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Selectividad Alimentaria en personas con TEA

¿Qué es la selectividad alimentaria? Descubre qué es y cómo tratarla.

Durante la infancia, algunos niños expresan rechazo por algunas comidas, y presentan una conducta que en nutrición llamamos selectividad alimentaria.

En los casos de niños con TEA ( trastorno del espectro autista), los problemas conductuales propios del diagnóstico juegan un papel importante en sus hábitos diarios, por ejemplo, sus preferencias alimenticias pueden verse condicionadas, y transitar por una selectividad alimentaria.

Las dificultades relacionadas con la alimentación incluyen problemas de conducta como las rabietas, lanzar alimentos o levantarse de la mesa durante la comida. Sin duda, la característica más común es la selectividad alimentaria en las personas diagnosticadas con TEA, y esto puede ser muy angustiante para madres, padres y cuidadores. 

Los muchachos de ASANA participan de la hora de comer con mucho entusiasmo; se les brinda una variedad de alimentos según las necesidades de cada uno de manera particular.

La selectividad alimentaria es el término que se utiliza para referirse a la comida rechazada, la escasa variedad de alimentos que quieren o la ingesta restrictiva de alimentos habituales. 

La selección de alimentos generalmente se basará en la composición nutricional de los mismos y /o aspectos sensoriales que hacen que la aceptación de algunos alimentos sea muy difícil para el niño. Las personas con TEA tienen un mayor riesgo de ingerir nutrientes de manera inadecuada.

Cuidamos una huerta de la cual obtenemos diversas verduras, también contamos con arboles frutales.

¿Qué podés hacer frente a esto?

Para tratar la selectividad alimentaria tanto en niños como en adultos, hay que tener en cuenta que estas dificultades de alimentación, pueden tener una causa puramente médica. Hay que descartar esta posibilidad antes de empezar con el programa de intervención, realizando las consultas con los profesionales médicos correspondientes, se puede comenzar, en el caso de los niños, con una consulta con el pediatra.

La selectividad alimentaria debe ser tratada desde un punto de vista conductual.

El primer paso será realizar un historial de alimentación del paciente en el que se detallan diferentes aspectos:

-Su relación con la alimentación desde el principio.

-Alimentos preferidos.

-Conocer al detalle sus hábitos alimenticios.

-comprender el contexto del niño o niña, recopilar información sobre el ambiente que lo rodea.

Toda esta información nos servirá para conocer el origen de su comportamiento de rechazo y poder plantear un programa para paliar su selectividad alimenticia.

Algunas familias se preguntan: ¿Cómo hacer para que los niños coman más?, o cómo dar de comer a un niño con TEA?…Es muy importante reconocer cuándo hay que  acudir a un profesional de la salud para pedir ayuda. Pero estas recomendaciones pueden ser de utilidad para comenzar, y dar los primeros pasos para  crear nuevos hábitos de alimentación saludable, y poco a poco contrarrestar la selectividad alimentaria en niños y adultos.

En el taller de Panadería, nuestros residentes preparan los panes, budines y muffins que comparten en la merienda.

RECOMENDACIONES para hacer frente a la selectividad alimentaria:

  • Rutinas: Es importante mantener un horario diario de comida, evitando comer entre horas.
  • Colaciones: Limitar entre las comidas el acceso a líquidos o refrigerios.
  • Introducir alimentos poco a poco: generalmente es mejor empezar por alimentos que gusten o que anteriormente hayan comido.
  • Texturas: los nuevos alimentos a incorporar deben tener texturas y sabores parecidos a los que actualmente se comen.
  • Porciones: Empezar por pequeñas cantidades, preferentemente con puré natural o alimentos suaves.
  • Paso a paso: a medida que vayan asimilando estos nuevos alimentos, hay que avanzar de manera sistemática y gradual.
  • Incentivos: Encontrar aquello que motive a la persona en cuestión será muy importante. Si se opta por un sistema de recompensa, hay que cambiar periódicamente para mantener su efectividad.
  • Personalización: tener en cuenta que  lo que funciona en una persona puede no funcionar en otra.

Cada paciente tiene sus tiempos, respetarlos y acompañarlos permitirá que el proceso hacia una alimentación saludable sea agradable y habrá mayores posibilidades de tener éxito.

Redactado por: Lic. Tamara Zatti, Nutricionista. Edición: Meli Hanun

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