Cuando se recibe la recomendación médica de hospedar a un familiar con discapacidad en un hogar especializado, una familia puede sentir que hacerlo es abandonarlos, o bien, pueden sentir que no lo cuidaran como en su propio hogar…es un paso difícil para dar, pero necesario para el bienestar de toda la familia.
Diversas familias viven diversas experiencias al momento de tomar una decisión como esta. Laura, mamá de Damian, uno de los muchachos de ASANA, recuerda que a la edad de 10 años, los médicos le anticiparon que Damian tendría que ser internado en un hogar por sus patologías. Al principio, el pensamiento de la familia fue de negación ante la idea, al sentir que ellos podrían llevar adelante todo lo necesario. Pero con el paso de los años entendieron mejor la recomendación del médico al ver que no era sencillo contener y acompañar a Dami en casa, y fueron cambiando de parecer.
Al llegar a la adolescencia, comenzó la búsqueda de hogares… aunque en ese entonces no había muchas opciones; una amiga recomendó a la familia ASANA, y así fue que tuvieron las primeras entrevistas, conocieron el lugar y se lo mostraron a Damian para que lo pueda conocer también.
No fue fácil para Laura y su familia el hecho de que Damián no esté en su casa, sintieron mucha angustia los primeros días de Dami en ASANA, y en las primeras visitas…
En palabras textuales de Laura “poco a poco vimos que Damian estaba muy bien, y nosotros lo superamos; igual, fue duro.”
La familia de Damián fue reconociendo cambios en él: notaron su madurez, que adquirió nuevas rutinas como un horario para comer y para dormir la siesta; se muestra más organizado, su alimentación mejoró, ya que ya no es selectivo, y come de todo.
Cuando llega el fin de semana y él visita su casa está contento, pero pronto agarra su bolso y desea volver a ASANA.
“Tanto nosotros como los hermanos lo extrañamos, pero a la vez sabemos que en el hogar está más tranquilo y con los suyos. Tenemos más tiempo para el resto de la familia y físicamente estamos más aliviados”.
Desde ASANA, se brinda apoyo a las familias de cada joven, charlas informativas, entrevistas y se mantiene una comunicación constante desde el día uno entre las familias y la institución con el objetivo de conocer mejor a cada paciente e informar a las familias en cuanto a cómo está su ser querido, lo cual brinda tranquilidad y confianza. Es un ida y vuelta para entendernos, comprendernos y acompañarnos.
La familia de Dami, expresa sus sentimientos en cuanto a la decisión que tomaron de que Damian este en un hogar como ASANA:
“No es fácil dejarlos en un hogar pero es necesario. Damian siguió creciendo y sabemos que está contenido y cuidado.
Los padres crecemos y las fuerzas no son las mismas que antes. Lo mejor es tomar esta decisión ya que sus hermanos tienen sus vidas también.
Deseamos que haya muchos más hogares como ASANA por todo el país.
El faltante de hogares así es muy grande.
Agradecemos que exista un hogar como ASANA y no nos arrepentimos en ningún momento.”
Agradecemos a la familia Paniagua por sus palabras. Compartimos esta experiencia porque hay muchas personas que se encuentran en esta situación y saber de otras familias hará que se sientan acompañados y sabrán que no están solos en este camino hacia una mejor calidad de vida para su ser querido con discapacidad.
Te invitamos a seguirnos en redes sociales para conocer a los compañeros de Damián, cada uno con sus respectivas historias de vida, de la cual queremos formar parte para acompañarlos y cuidarlos en cada paso.
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Redacción Laura Paniagua, edición Melina Hanun