En una ocasión, un grupo de residentes, recordando su infancia, decidió preparar una obra de títeres en el taller de Cuentacuentos, basada en «Caperucita Roja» y «Los Tres Cerditos». La presentaron en ASANA, ante sus compañeros y el personal del lugar. Fue hermoso observar la alegría que generó: verlos sonreír y disfrutar de los aplausos y del trabajo compartido. Notamos que su seguridad y concentración aumentaban al estar detrás del telón, en comparación con la exposición directa al público, donde algunos se sentían limitados por el lenguaje.
Conscientes de este desafío, encontramos una solución en el Teatro Negro de Canciones. Este formato ofrecía varias ventajas para nuestros residentes: la música, el juego de luces y sombras que produce la luz negra, el uso de colores vibrantes, y la posibilidad de participar sin necesidad de hablar, permitiendo la inclusión de jóvenes con y sin lenguaje.
Realizamos numerosas presentaciones en teatros y auditorios, donde instituciones de la zona venían a presenciar las obras. Sin embargo, algunas instituciones enfrentaron dificultades para trasladarse. Así surgió la idea del Teatro Negro Viajero: comenzamos a visitar diferentes instituciones dedicadas a la discapacidad, así como el auditorio de Fleni en Escobar y jardines de infantes, llevando todo lo necesario para cada presentación.
Este proyecto ha sido tan enriquecedor que nuestros residentes, con frecuencia, preguntan: «¿Cuándo hacemos el teatro?». La presentación del Teatro Negro Viajero se convierte en un paseo planificado y ordenado. Las instituciones los reciben de manera especial, a menudo con una merienda, un gesto cariñoso que hace sentir a nuestros residentes bienvenidos y esperados.
Lo más notable es que estas presentaciones les pertenecen realmente a ellos. Han logrado llevarlas a cabo con un apoyo mínimo de los profesores, quienes siempre los acompañan y los motivan a dar lo mejor de sí mismos. La satisfacción y alegría que experimentan al ver las sonrisas y aplausos del público son incomparables. A menudo, también reciben pequeños regalos como agradecimiento, un gesto que les encanta.
En ocasiones, realizan varias presentaciones en un solo día, siempre con entusiasmo. Llevan su mate, algo de comer para los momentos de descanso y disfrutan al máximo de la novedad de ese día especial, donde son los verdaderos protagonistas.
Lic. Mariana Vallero, Directora del Centro de Día, Psicopedagoga.
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